“Si la vida no me para, yo no me voy a parar”

Le comentaba a una amiga a propósito de una conversación sobre una persona mayor que comentaba que se aburría terriblemente pasando la fría tarde delante de la televisión.

¡Hay tantas cosas que hacer, que leer, que ver, que escribir, que pintar, que aprender….! (sin salir de casa). Imagina las que hay saliendo fuera de casa… de viaje y con amigos o pareja…

Así que sí, si llego  a mayor, y si la vida decide regalarme unos años tranquilos, con una salud aceptable (ya estoy trabajando en ello), nadie me va a parar.

La curiosidad humana y el deseo de aprendizaje es la gasolina de nuestro cerebro. Hay que pensar que cuanto más entrenemos nuestras habilidades cognitivas, menor será el deterioro de las mismas.

Habitualmente doy clases de informática a personas mayores, y me llena de orgullo ver cómo aprenden, a su ritmo, y el deseo de superación que tienen muchos. Es algo digno de ver y de comentar, Pienso en algunos de ellos y creo que es un avance de nuestra sociedad que personas de cierta edad puedan acceder a conocimientos que les permiten no desmarcarse de los avances, sentirse bien cuando hablan con sus nietos, y comunicarse entre ellos. En dos palabras: ser autónomos.

Por eso.. te aseguro que, cuando llegue el momento y tenga una edad… estoy más que segura que seré una de estas abueletas que se apuntan a todo (básicamente como ahora), que hacen cantidad de cursos (si, vamos como ahora), y que tienen una gran curiosidad por aprender cualquier tipo de materia que sea de interés (sí, reconozco, igual que ahora).

Cuídate mucho, no solo la alimentación, la salud, sino también la mente.

¡Y sé muy feliz!

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