Ante todo, una advertencia. Estos artículos de escritura son fruto de mis estudios y experiencia, lo que no significa que tengan la verdad absoluta, porque cada escritor o escritora somos un mundo y tenemos nuestra forma de trabajar, nuestras manías y por supuesto, todo lo que la vida nos ha proporcionado.
Esas experiencias te hacen ser como eres ahora, igual que es mi caso. Por tanto, puede que en algunas cosas no estés de acuerdo, que otras no te sirvan y que otras te hagan abrir los ojos como aquel chiste en el que se dice “Eureka!!”. A mi me encantaría que fueran muchas más de las últimas que de las primeras o segundas, o al menos, que te hicieran dar un paso hacia tu novela, porque hay muchos motivos (llamémosle por su verdadera palabra: excusas), por los que no te has decidido a escribir.
Pero si estás leyendo este artículo es porque ese paso ya lo has dado o estás a punto de darlo. Sabes que es el momento y vas despistada o despistado pensando cómo hacerlo. Es para ti, que eres un escritor novatillo, para quien está pensado estos artículos. No quiere decir que para las personas que ya hayan escrito una o varias novelas e incluso publicado no les pueda servir.
En mi caso, soy de naturaleza “aprendedora”, es decir, siempre estoy aprendiendo, haciendo cursos, leyendo artículos, libros… todo aquello que suponga añadir a mi trayectoria algo, todo lo que me aporte, aunque sea un 0,1%, siempre me servirá para algo.
Así que, dejemos ya el rollo de presentar y vamos al primer tema.
Cómo empezar a escribir una novela
La idea
¿De dónde surgen las ideas de una novela? ¿Qué es lo que hace que esa idea pueda ser el comienzo de una bonita amistad?
En mi caso (ya te dije que hablaría mucho de lo que hago yo), las ideas suelen asaltarme en los sueños. Bien justo antes de dormir, bien en el sueño y recién despierta, cuando lo recuerdo). A veces me levanto a las 4 de la mañana para escribirla, porque si no se me olvida. Me suele pasar esto porque durante el día mi mente va a mil por hora, y la verdad, queda poco para la imaginación que no sea lo que esté haciendo en ese momento.
Lo que hago es anotar la idea con todo tipo de pormenores; estos incluyen diálogos, escenas, finales, personajes, todo lo que se me ocurra en ese momento, sin orden ni esquemas. Es la pura creatividad volcada en un documento word. Como escribo mis novelas en word, es mucho más práctico hacerlo así.
En caso de que no tengas word o no quieras encender el ordenador a las 4 de la mañana, ten a mano un cuaderno o unos folios para tus ideas. Sé que Megan Maxwell tiene un cuaderno de papel donde va anotando lo que se le ocurre y en caso de bloqueo, consulta y sigue escribiendo. Para mi es más ordenado anotarlo en el ordenador, porque así lo clasifico desde el primer momento. Tengo una carpeta donde dejo los proyectos de novela romántica, otra de fantasía, otra de infantil y otra de no ficción. Ah, y se me olvida, una para los inclasificables o que no sean de los nombrados anteriormente.
Si el proyecto creo que tiene fuerza y ya tengo un título, aunque sea provisional, le hago una carpeta propia y allí voy dejando fotos, documentos y lo que sea para completarlo. De hecho, en el momento en que me pongo con una novela en serio, siempre les hago una carpeta donde localizarlo más fácilmente.
Otra aplicación que puedes utilizar, si te pilla la musa fuera de casa es evernote,. Es gratuita y si no sabes usarla te dejo aquí un artículo en el que hablaba de ella: https://yolandapallas.com/aprender-a-escribir-libros-con-el-ordenador/. La ventaja de usar este programa es que es online, y por ello, lo mires en el móvil o en el ordenador, siempre tendrás lo mismo, así que puedes copiar y pegar en un documento de word o del programa con el que trabajes.
Es decir, ahora tengo la idea, anotada en un documento word, en una carpeta y estoy preparada para continuar con ella.
El comienzo de la novela
Si ya me conoces, sabes que escribo romántica y fantasía como los dos géneros que más toco, aunque hago otros, pero me voy a centrar en estos dos, porque para mi, suelen ser muy distintos.
Cuando escribo una novela romántica, parto de una historia que puedo haber estado madurando en mi cabeza (una vez soñada) durante un tiempo. Me imagino historias, personajes, tramas y subtramas durante la noche y al día siguiente voy escribiendo.
Suelo tener dos archivos en word. Uno donde tengo las ideas sueltas, la fecha de comienzo, enlaces a páginas de documentación y lo que se me ocurra. Y después ya tengo el desarrollo de la novela. Además, suelo hacerme unas fichas de personajes en power point, una diapositiva por personaje, con fotos que puedo sacar de internet, por hacerme la idea, sus características físicas, y lo que necesite saber de esos personajes.
No sé por qué, pero cuando escribo una romántica, no necesito hacer la ficha de personajes de forma tan detallada como cuando escribo una novela de fantasía, y tal vez eso sea un error. Puede ser que en una romántica me meto más dentro de los personajes, veo lo que ven, escucho o siento lo que sienten. También lo hago con fantasía pero es más observación que otra cosa.
Por tanto, las fichas de las novelas románticas suelen ser más cortas que las de fantasía. También suelo incluir documentación sobre ciudades, o cualquier cosa que necesite. Como no hago novelas históricas, la documentación es menor que si las hiciera.
En el caso de que escribas históricas, mi consejo es que leas varios libros sobre costumbres y vida cotidiana, además de los hechos históricos que sucedieron en esa época. Creo que los detalles pequeños que te sitúan en la época son los que hacen exitosa una novela.
Todos esos datos que quieras recordar, anótalos, no te fíes de tu memoria, porque vas a estar leyendo mucho sobre la época, te vas a sumergir en ella y seguramente, a menos de que tengas una memoria extraordinaria, los vas a olvidar. Puedes clasificarlos por comidas, ropa, gobierno, calles, comercio… piensa que tienes que recrear todo un mundo, aunque solo sea con una frase. Necesitas saberlo.
Es como las fichas de los personajes. Por mucho que sea un personaje secundario, has de saber qué es lo que le mueve a comportarse así. Sobre todo para los principales, cuanto más completa sea una ficha, mejor. Abajo te dejaré un descargable que puede ayudarte con esto, en caso de que no tengas nada.
Sé que esto puede ser un poco más pesado, que tú tienes ganas de escribir ya…, pero te aseguro que vale la pena, porque tu novela será mucho más rica y profunda.
En cuanto a las novelas de fantasía, para mi lleva mucho más trabajo previo. Suelo crear unas fichas de personajes más completas, incluyendo animales inventados, agricultura, comercio, ciudades, un mapa, tiempo atmosférico, tipo de seres, qué magia tienen, cómo son, etc. Por ejemplo, en una de las novelas que estoy preparando, al final decidí imprimir las fichas de los personajes y de cada uno tenía dos o tres folios explicando quiénes eran. Y como es una novela con muchos tipos de seres mágicos, que tienen ciertas características, también hice una ficha para las características del tipo de ser. Es decir, que igual tengo unos 40 o 50 folios con toda la documentación, sin contar con la trama.
Por ejemplo en la novela La Torre de los Huesos de Marfil, creé un mundo tan complejo, que sabía qué bebían los diferentes tipos de seres, por ejemplo, los elfos beben maudi, que es una bebida con burbujitas, me imaginé que era como el cava, ya que ellos son seres muy refinados. Y los hechiceros, más salvajes, beben orkan, que es como un aguardiente.
Diseñé todo un mundo completo (si te apetece ver el mapa, aquí tienes su página: https://yolandapallas.com/la-torre-de-los-huesos-de-marfil/ y creo que es una de las cosas que más credibilidad le da a la novela. Para realizar el mapa usé el programa inkarnate, por si acaso te apetece echarle un vistazo. En este mundo sabía qué tiempo hacía, cómo se desplazaban, qué animales tienen para comer o para desplazarse, cómo visten, qué relaciones hay, las razas, el gobierno… y algunas cosas no las llegué a usar, pero yo sabía que estaban y por ello pude reflejar todo el conocimiento del mundo de Gaelisia.
Así que, una vez que tienes claras todas estas cosas, que incluso han pasado meses desde que la idea comenzó a brotar, te pones a escribir la novela.
Eso no quita que si se te ocurren ideas o sientes que en este momento debes escribir algo que te está rondando por la cabeza, lo hagas, de hecho, ¡HAZLO! no dejes de escribirlo, porque puede que esa idea se pierda. Y luego ya tendrás tiempo para corregir lo que sea.
Como consejo te diré que cuando empieces a escribir, escribas sin pensar en las comas o en el estilo, en el orden, no lo hagas. Vierte toda tu creatividad en el papel o en el ordenador, deja que fluya y escribe sin parar hasta que describas toda esa escena que te ha llegado.
La siguiente jornada, si no te acuerdas de lo que has escrito, haz una lectura ligera del último capítulo, sin corregir ni reescribir, y comienza con el siguiente.
Como tip, te diré algo. Yo acabo un capítulo y como sé lo que viene a continuación más o menos, empiezo el siguiente, aunque sean dos líneas, y así es mucho más fácil seguir escribiendo. Porque sí, en ocasiones me hago escaleta, pero a veces no. De eso, de todas formas, hablaré de los esquemas y las escaletas en otro capítulo.
¿Cómo saber si un proyecto tiene fuerza para ser una novela?
A lo largo de mis noches a veces insomnes, son muchas las ideas que me vienen, y otros muchos los sueños que tengo, a veces realmente surrealistas. Os juro que me planteo si mi cabeza va bien (es broma), y de hecho, muchos de los relatos raros que tengo en mi blog de Anne Aband (http://www.anneaband.com/relatos-cuentos-e-historias/), sobre todo los más raritos, son de un sueño.
Pero de ahí (un relato) a una novela, hay una gran diferencia. ¿Cómo decidir que la idea que has tenido vale la pena continuarla e invertir meses o incluso años y esfuerzo en ella?
Yo tengo una medida en mi cabeza. Si la idea me ronda durante un tiempo, si no puedo dejar de pensar en los personajes, o estoy deseando saber qué les pasa… si busco en internet información sobre épocas, fotos de quien podrían ser los protagonistas… es una idea buena.
Además, si cuando estás escribiendo no puedes o no quieres dejarlo, si sueñas cada noche con la siguiente escena e incluso estás distraída porque piensas en tus personajes, ¡sigue!
Y todavía te diré más. Si cuando estás escribiendo, sufres, lloras o ríes por lo que les pasa a tus personajes, ¡has dado en el clavo! porque es lo que sentirán tus lectores al leerla.
En cambio, si la novela la estás escribiendo por hacerlo… déjala. Tal vez sea buena idea, pero no buen momento. Creo firmemente que cada novela tiene su espacio y su tiempo. Yo he retomado novelas que aplacé momentáneamente y las he terminado. De hecho, suelo ser bastante “empezadora”, y tengo en mi carpeta no sé, ¿80-100 ideas para novelas? y muchas de ellas las tengo incluso avanzadas, o a mitad, pero las he dejado porque algún otro proyecto con más fuerza se cruzó en mi camino, y yo me dejo guiar con mi instinto.
Gracias a ello, retomé la novela de La Torre de los Huesos de Marfil que había comenzado en 2017, y gracias a ello también mientras revisaba Asandala para su segunda edición, escribí La cocina del Infierno.
No soy de las que cuando empiezo una novela no paro hasta acabarla. De hecho no creo en ello, porque escribir es algo que hago desde el corazón, y no te encuentras siempre en las mismas circunstancias. Puede que parezca poco profesional y estoy segura de que muchos escritores consagrados no lo hacen. Es posible que con el tiempo, no lo haga… no lo sé, aunque lo dudo.
Para mi escribir es muy placentero, disfruto muchísimo con cada palabra que hago, incluso te diré que estos artículos los estoy disfrutando mucho, y creo que todo eso se nota. Por ello, si me siento forzada a escribir, sé que no va a fluir como yo desearía. Así que me suelo dejar llevar. Y gracias a ello, soy una escritora prolífica, porque a veces, escribo varias novelas a la vez (sí ya sé que te vas a llevar las manos a la cabeza), porque cuando de alguna forma me atasco con una, puedo seguir con la otra, y la creatividad se entrena todavía más.
Así que, para finalizar este artículo resumo:
- Busca una idea que te apasione
- haz un boceto de lo que sería: personajes, trama, sinopsis, documentación
- haz las fichas de personajes, mundos, lo que consideres
- empieza a escribir, solo por el placer de comenzar la novela
- si lo necesitas, haz una escaleta de capítulos (hablamos en otro artículo)
- Escribe sin parar, sin pensar en estilo o en ortografía, aunque claro, tampoco es que tengas que escribir barbaridades.
- lee ligero el capítulo anterior y sigue con el próximo.
Espero que te haya gustado, puedes aprovechar para suscribirte a mi blog si no lo has hecho y déjame un comentario si tienes dudas. 👇👇👇👇👇👇
Y en el próximo artículo te hablaré de la sinopsis, de la documentación y de las escaletas. ¡Chao!
Descargables de este artículo
Esta es una ficha muy sencillita por la que puedes comenzar, Añade todo lo que necesites. El cuadrado que hay a la izquierda es para la fotografía del personaje y el tamaño es A4, así, si la imprimes, será mucho más cómoda.
Te la dejo en versión power point: https://yolandapallas.com/wp-content/uploads/2020/04/PLANTILLA-PERSONAJES.pptx
Y también en versión pdf: https://yolandapallas.com/wp-content/uploads/2020/04/PLANTILLA-PERSONAJES.pdf
Como te digo, es sencilla, pero puede ser un punto de partida.